MANIQUITA

Tengo una ayudante.
Acaba de llegar a casa y la hemos instalado en mi taller,
delante de la ventana.
Todavía no nos hemos acostumbrado a su presencia
y cada vez que pasamos por el pasillo y vemos su silueta
nos da la sensación de tener un intruso en casa.

No tenía nombre, pero mi amor que es especialista en
adjudicarlos le ha puesto uno: Maniquita Pérez.
Bueno yo le he quitado el apellido. Os presento a mi
Maniquí-ta

Enseguida la he puesto a trabajar.
Aquí la veis luciendo el aperitivo rosato.

Llevaba mucho tiempo detrás de un maniquí.
Y me ha llegado de mano de Maite. Ella se va México
a emprender una nueva vida y Maniquita se queda aquí
conmigo; prometo cuidar de ella.
Gracias Maite, te deseo mucha suerte.
Y gracias Julia por acogerla hasta mi vuelta.