UN VESTIDO DE PRINCESA

Para una princesa, claro...

El otro día oyendo un programa de radio en el que hablaban
de lo que queremos ser de mayores cuando somos pequeños,
mi marido y yo nos reíamos cuando yo recordaba que quería ser
científica, así "en lineas generales"....
porque lo qué más me gustaba era hacer experimentos,
bueno y jugar en la calle al escondite, al pilla-pilla, a la goma,
a la cuerda, al teléfono roto, a las cuatro esquinas, al xambori....
Pero nunca quise ser princesa que yo recuerde.
Ahora casi todas las niñas quieren serlo, mi niña preciosa también.

Por eso pensé comprarle un vestido de princesa, hada o algo así.
Pero siguiendo mi máxima:
"mucho mejor hecho a mano y con amor"
decidí hacérselo yo con un retal de tela, un metro de tul, un poquito
de fieltro y muuucho cariño. Me encanta hacer cosas para niños.
Lo hice a ojo, ya que no la tengo cerca,
recordando sus medidas que guardo en mi memoria
cuando puedo abrazarla.
Así que igual me equivoqué; tengo ganas de vérselo puesto.

Es un "palabra de honor", vamos, vamos....
pero supongo que tendré que ponerle unos tirantitos
para que no lo pierda... aunque como veis es tipo corsé,
siguiendo la tendencia de la temporada; para ir bien ceñidita.

Y en vez de corona le hice una diadema;
creo que es más llevadera para la vida diaria.
Ir con la corona todo el día debe cansar mucho ¿no?.

Y también le preparé una varita mágica o un cetro mágico...
no sé muy bien que es.
Dependiendo si quiere sentirse más hada o más princesa
puede servirle de una u otra cosa.

Si me deja hacerle una foto cuando se lo dé os la enseño.